Cuando un envejecido Izaro se retiró y dio el trono a Chitus en el primer Kaso de Verusi, 1319 IC, el nuevo emperador lanzó a Izaro dentro del Laberinto del Señor y selló las puertas detrás de el. Vinculado con la Diosa que adoraba, el Emperador Izaro continúa vivo dentro del Laberinto.